Mirando al Sur procede de viñas propias de Viura cultivadas bajo preceptos ecológicos en el pueblo de Labastida. Son cepas viejas de más de 50 años plantadas en suelos de cascajos y cantos rodados a más de 500 metros sobre el nivel del mar. Los tratamientos se realizan exclusivamente cuando son estrictamente necesarios y a base de productos biológicos
Una vez vendimiadas las uvas de Mirando al Sur fermentan con levaduras autóctonas en depósitos de acero inoxidable donde permanece sobre sus lías durante 12 meses. Después envejece durante 18 meses en botas de Jerez
Mirando al Sur es un vino muy original influenciado por el amor que siente Olivier por los vinos de Jerez. Un blanco original, complejo y de lo más sorprendente.
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